Desde que llegó a Colo Colo, Maximiliano Falcón se ganó el corazón de los hinchas albos. Producto de su entrega, garra y corazón, Peluca se convirtió en un estandarte del equipo generando la envidia de muchos clubes que lo quieren tener. Más allá de que sea criticado por los rivales, lo cierto es que el uruguayo tiene una personalidad entrañable y, por lo mismo, el cariño que le tienen es transversal.
Es que no sólo los fanáticos del Cacique lo aman, sino que también los de otros equipos. Prueba de ello fue el compromiso ante Palestino, en el cual, una vez terminado el cotejo, se dio tiempo para sacarse fotos con distintos jóvenes del cuadro Árabe en la zona de camarines. Estaba en la misma acción al borde del campo de juego, cuando la cámara del Lado B lo captó.
“No se te resiste ninguna camiseta”, le dijeron al charrúa. Ahí fue donde el defensor contó qué es lo que ocurre con su indumentaria una vez que finalizan los compromisos. Entre risas, Falcón reveló que, de las tres poleras que puede usar, rara vez le queda una para sí, ya que todas las intercambia.
“Todos los partidos me piden varias, las dos seguro. Porque el equipo rival también me pide para cambiar. A veces nos dan tres (camisetas) y la mayor parte de las veces se me van todas”, comentó el zaguero con una sonrisa que muestra el orgullo por el cariño que le tiene el hincha en general.
Maximiliano Falcón y el cariño de los hinchas del fútbol chileno
Es que ante Palestino no fue la primera vez que Peluca es requerido por los hinchas rivales para sacarse fotos. De hecho, en algún otro compromiso de visita también se dedicó a firmar autógrafos, cuestión que, en la actualidad es difícil de ver dado el clima hostil que a veces impera.
Sin embargo, el oriundo de Paysandú es optimista en este tema y ve el vaso medio lleno, porque “la gente de los otros clubes, más allá que en la cancha estás compitiendo y está la mística, como digo yo, siempre de los insultos, que es parte del fútbol, parte del ambiente, mientras no se pase a violencia cada uno lo disfruta a su manera, es su desahogo quizás semanal del trabajo”.
Por último, sobre la gran cantidad de selfies e instantáneas que está dispuesto a ofrecer, es claro y no tiene doble lectura para agradecerle a todos. Esto, porque “que se arrimen así y te pidan una foto, siento ese cariño. Más allá que en la cancha hay rivalidad, afuera está todo bien y eso se agradece”.