Los jóvenes han gozado de mayor protagonismo en este nuevo Colo Colo, donde uno de los más destacados ha sido Jeyson Rojas, quien se afirmó como lateral derecho para Gustavo Quinteros y en cada partido parece verse más acomodado al puesto.
El joven defensor ha tenido que recorrer un largo camino para llegar hasta el primer equipo y en conversación con nuestro programa Semillero Albo, reveló sus inicios en el fútbol.
“Soy de San Javier y todo comienza con mi familia futbolera. Mis tíos y todos jugaban en un club donde vivo yo, mis hermanos, así que con ellos iba a la cancha desde pequiñito, me llevaban a mirar los partidos e iba toda la familia verlo.
El club se llama Santa Rosa, queda cerca de mi casa, a un par de metros está la cancha de mi casa. Ahí iba a jugar solo no más. Llegaba del colegio y partía a patear a la cancha”, recordó.
Además, narró cómo se dio su llegada a los cadetes de Colo Colo: “Me toca a los 13 años, estaba jugando por la selección de San Javier, estábamos jugando los regionales y fuimos a enfrentar a Curicó. Allá andaba un veedor de Colo Colo, que es Atilio Tapia. Se contacta con mi familia y le informan que me quería llevar a probar a Colo Colo, que hace un tiempo me llevaba mirando y que veía condiciones en mí. Ahí se da, coordinó con mi mamá para ir lo antes posible. En ese tiempo jugaba de volante ofensivo, de 10 o por la izquierda. Cuando era más chico jugaba de 9, de goleador”.
Pero para cumplir su sueño de ser futbolista profesional, Rojas tuvo que hacer varios sacrificios para su corta edad, sobre todo, por vivir lejos del Estadio Monumental. “A mí me toca que tenía que estar viajando en la semana, tres veces y sólo además. Se hace difícil, pero las ganas de estar y lo que apasiona era mucho más. Era solo aperrar. Estuve un semestre haciendo esos viajes de San Javier a Santiago”, contó.
Sin embargo, reconoció que pensó en dejar la actividad: “Si me pasó por la mente tirar la toalla, pero había avanzado mucho y me hacía la mente que era por algo lo estaba haciendo. Iba a ser difícil, pero tarde o temprano iba a tener resultados. Se hace pesado, ya que tienes que estar dándole y también es complicado porque es nuevo, tienes que entrenar y después estudiar, buscar un colegio que te acomode, que solo puedas ir en la tarde. Se hace complicado. Es sacrificado y hay que ponerle empeño en las dos cosas, tanto en el fútbol, como en el colegio”, explicó.
Finalmente, reveló quien fue el entrenador que más influyó en su formación como jugador y es un histórico del Cacique. “Lucho Mena fue mi mejor profe, compartimos posición y aprendí mucho con él. Me ayudó bastante. Todavía no le mando la camiseta eso sí”, cerró.