En medio del incendio que hay en Colo Colo tras la inminente salida de Jorge Almirón, en otros lados del Monumental también hay aires de cambio que, coincidentemente, también incluyen a Héctor Tapia. Esto, porque después de que se hiciera cargo del fútbol joven albo, comenzaron las evaluaciones y, uno de los primeros perjudicados, es Eduardo Rubio.

El entrenador de la sub 20 del Popular dejará el cargo y, ante Everton, habría dirigido su último partido al mando del Semillero. Así, en el fútbol joven deberán encontrar a su reemplazante y, para eso, ya tienen al primer candidato, el cual pisa fuerte: Julio Barroso.

Según pudo saber DaleAlbo, aprovechando que las juveniles se enfrentaron a Everton en el Monumental (Barroso está a cargo del fútbol formativo ruletero), el Almirante estuvo en las oficinas de la Ruca conversando con la gente del fútbol joven. La idea, es que, tras la salida de Rubio, el exdefensor se haga cargo de un equipo que debe promover a las futuras figuras de Colo Colo.

Y su nombre como candidato no es casualidad. Fue con Héctor Tapia como entrenador, que Julio Barroso llegó a Macul en el año 2014, siendo un bastión en la defensa alba por muchos años. Es más, cuando regresa Tapia en 2018, volvieron a coincidir, instancia en la que terminaron de afianzar una gran relación en lo deportivo y personal.

Julio Barroso puede volver a Colo Colo. | Imagen: Photosport.

Los números de Julio Barroso en Colo Colo

El Almirante debe ser el mejor defensor extranjero en la historia del Cacique. A lo largo de su estadía en el Monumental, por ejemplo, no perdió ningún Superclásico y levantó siete títulos en 222 partidos jugados, ganándose el corazón de los hinchas del Eterno Campeón.

Es que, además de su talento, el defensor tenía una garra especial que hacía conmover a todos los forofos. Por ejemplo, recordada es esa imagen en la llave ante Corinthians por los octavos de final de la Copa Libertadores 2018 donde, con lágrimas en los ojos y sangre en su nariz, celebra el paso a la siguiente ronda de Colo Colo tras una épica batalla en Brasil, justamente, con Tito Tapia en el banco.