Lizardo Garrido está teniendo una nueva oportunidad en la vida luego de ser dado de alta tras bastante tiempo de tratamiento de una leucemia linfoblástica. El campeón de América recibió un trasplante de médula ósea que recibió de su hija María José y por fin está en su casa para iniciar el proceso de recuperación.
El Chano entregó detalles de lo que ha sido este proceso, afirmando en charla con Radio Agricultura que “me dieron el alta, pero dijeron que tenía que cuidarme mucho e ir dos veces a la semana a sacarme sangre y una vez al médico. Ven cómo funciona mi médula. Si se alteró algún examen, lo arreglan”.
“Debí salir antes de la clínica, pero apareció fiebre y colitis antes de venirme. Hoy estoy con todos los exámenes médicos, la médula que me entregó mi hija ya está funcionando bien”, agregó.
Sobre el apoyo de su pareja en este proceso, el colocolino afirmó que “la verdad es Vilma ha sido fundamental en todo este proceso que al principio fue difícil, puesto yo no tenía idea de qué iba a pasar. Al comienzo el diagnóstico era que yo no iba a existir”.
“Los afectos naturales que son mis hijos, mis hermanos que han sido fundamentales, mis amigos, el lote de Colo-Colo 91, los de las inferiores, los presidentes de Colo-Colo que me han llamado, no tengo palabras para agradecer el amor”, detalló.
Para cerrar, el ex defensor el proceso de tener de donante a su propia hija, afirmando que “hemos hablado algo, pero como es la vida: yo le di vida a María José con su mamá y hoy ella me permite vivir. Ella me mandó ese mensaje cuando me dieron el alta: ‘Qué bueno que le pude dar salud y vida a mi papá”.