Justo Villar llegó a mediados del 2013 por petición de Gustavo Benítez y apenas se puso los guantes empezó a rendir de inmediato. De hecho, en su debut ante Rangers, se dio hasta el gusto de contener un penal.

El paraguayo es uno de los jugadores que llegó con más cartel al país, siendo subcampeón de América y titular en dos mundiales con la selección paraguaya, además de capitán. Con todo su recorrido era evidente que tenía importantes ofertas antes de arribar a Macul. “Estaba un ofrecimiento de San Lorenzo, y al próximo año sale campeón de la Copa Libertadores”, reveló a DaleAlbo.

 

“Había salido campeón con Nacional. Era Colo Colo o San Lorenzo. Sabía que en San Lorenzo estaba Marcelo Tinelli, quería tener la experiencia de vivir en Colo Colo, de vivir un sentido, de jugar en un equipo grande, que Colo Colo no venía bien, me ilusionó participar de esa etapa. Gracias a Dios salió todo muy bien”, agregó.

El ex portero reconoció que no era la primera vez que los albos mostraban interés por contar con él y eso fue clave para elegir venir al Cacique por sobre uno de los clubes más grandes de Argentina.

“Me motivó mucho el interés que pusieron en mí desde un principio. Siempre cuento esta historia, en la tercera era la vencida. Hicieron un intento con el Bichi Borghi que estaba en el 2006, estando yo en Newell’s, pero no pudo ser”, recordó.

El segundo intento se dio “en el 2011 cuando estaba el Tolo (Gallego), esta no pudo. Cuando estaba volviendo a sentirme bien, fuerte, se da esta posibilidad con Gustavo Benítez, que me dice que no me iba a arrepentir de venir a Colo Colo”, agregó.

Detalló también como fue esa conversación con el estratega guaraní, quién le insistió en que se iba a enamorar del club. “Un día me escribe el mismo (Benítez) y me dice que quería hablar conmigo. Lo conocía de cuando jugaba en Olimpia, la selección, en el fútbol español. Lo conocía de oído, lo escuché tan entusiasmado 'veni para acá, vamos a hacer historia, tienes el perfil', que me terminé convenciendo”, narró.

“El profe (Marcelo) Giarrusso me llamaba y me decía 'veni Paraguay, decidite'. Esa etapa de enamoramiento del club comenzó con Gustavo Benítez, que es parte del club”, añadió.

Y claramente no se arrepintió de su decisión: “En Chile que viví mis mejores últimos años de mi vida futbolística en el club. Me tocó vivir algo increíble, disfrutar el fútbol en esa etapa de mi vida, lo necesitaba. No me sentí presionado, tensionado, como quizás me pasó antes. Me sentí parte del ADN, porque la gente me lo hacía sentir. Me daba la tranquilidad y la confianza, para disfrutar”, completó.