Cuando el equipo juega mal, uno como hincha espera, al menos, una palabra de explicación por parte de los protagonistas.
Pero nada. Ivo Basay, su cuerpo técnico, la dirigencia, Jaime Pizarro y los jugadores se retiraron todos en fila india y cabeza gacha hacia el bus ayer en Rancagua.
Habrá que esperar a ver si sacan el habla en la semana, porque parece que Esteban Paredes no se echó de menos sólo adentro de la cancha, sino que también para ir de frente fuera de ella.