Año 1925, tiempos del amateurismo, una época olvidada en el fútbol chileno. Allí la competencia era dominada por Magallanes, pero hubo una persona visionaria, para muchos un adelantado de esos tiempos, que sentía que dicha supremacía corría riesgo si no se innovaba la manera de manejar el club y encarar la actividad. El mencionado se trata nada menos que de David Arellano.

Aquel volante por izquierda advirtió de que se debía rejuvenecer el equipo, además de profesionalizar el deporte otorgando una justa remuneración a los miembros de la institución. Estos planes le hicieron ganar adeptos entre sus compañeros para ser el nuevo capitán, por lo que era uno de los mejores posicionados para portar la jineta. Pero estas ideas que parecían revolucionarias no gustaban a buena parte del plantel y la dirigencia, quienes vieron amenazadas sus posiciones de privilegio.

Para reducir su influencia y evitar que Arellano fuera escogido, decidieron cambiar los estatutos de la elección del nuevo capitán, haciendo que los directivos votaran en unos comicios donde históricamente sólo participaban los futbolistas. De esta manera, don David junto a su hermano y otros 11 jugadores mostraron su disconformidad y abandonaron Magallanes, marcando el inicio de la historia de Colo Colo.

Los mandamientos de Arellano

Aquel grupo de “rebeldes” se dirigió al Bar Quitapenas al frente del Cementerio General con la idea de fundar un nuevo club, cuyos valores debían ser los planes innovadores de David Arellano.

Uno de los debates de dicho núcleo conformado en su mayoría por profesores normalistas era el nombre que llevaría esta nueva entidad, donde surgieron como opciones Independiente o Arturo Prat. Pero un joven delantero llamado Luis Contreras fue más allá, pensó que este debía ser algo transversal y representara sabiduría. Pensó en un cacique araucano, en tiempos donde la historia de Chile se leía con más atención, por eso surgió Colo Colo, un líder respetado en la cultura mapuche y que rescataba la identidad nacional.

Los colores oficiales también debían tener un significado. El uniforme blanco enaltece la pureza y el negro la seriedad de un proyecto. Todas estas ideas fueron aceptadas de forma unánime por la asamblea de los “rebeldes” de Magallanes, quienes realizaron diversas reuniones en la casa de Rosario Moraga, madre de los hermanos Arellano, quien a su vez ejerció un rol fundamental en la fundación de Colo Colo.

Lo que dicho grupo no se imaginó, es que estas iniciativas fueron fundamentales en la historia del fútbol chileno, ya que su intención de cambiar las reglas y profesionalizar la actividad, culminaron con el nacimiento de la institución más ganadora del país.

Un club que se formó desde la rebeldía de lo que no está correcto con la intención de mejorar, contra la necedad, las malas prácticas y donde el compañerismo está por encima de todo. El único club del mundo que homenajea a un pueblo nativo como símbolo de transversalidad nacional, porque no quería sólo representar a una ciudad, una colonia o una casa de estudio. Una esencia que marca la identidad del Cacique y ha sido traspasado por generaciones.

Una historia con una esencia honorable que también alcanzó tintes trágicos. David Arellano, fundador de Colo Colo, murió en una cancha de fútbol con apenas 24 años y todo un futuro por delante. Es lamentable que jamás pudo apreciar el alcance de su legado y lo que significó para Chile. Debido a su partida, el club lleva una tira negra en su pecho como símbolo de luto eterno

Es que Colo Colo representa algo inmenso. Destaca su enorme arraigo popular que lo transforma en la institución civil más grande de Chile. Sus éxitos deportivos no son menores: 33 campeonatos nacionales, 13 Copa Chile, tres Supercopa de Chile, tres títulos internacionales, el único que nunca ha descendido a segunda división y cuenta con su propio estadio. Es donde se formaron muchos de los mejores jugadores del país y el club que ha estado a la vanguardia del desarrollo del fútbol femenino.

¡Felices 98 años Colo Colo!