Colo Colo, por fin, alzó la copa que lo corona como el campeón del fútbol chileno. En una jornada maravillosa en el Estadio Monumental, la victoria de los Albos ante O’Higgins fue la excusa perfecta para vivir una fiesta más que merecida y que esperó una semana.

La algarabía era total. Jugadores, dirigentes, colocolinos y los familiares del plantel que no podían más de emoción con el logro alcanzado. Y hay un padre que es un ídolo en el Cacique. Se trata de Jaime Pizarro quien vio, durante todo el torneo, el derrotero de su hijo Vicente y fue testigo de cómo se ganó una camiseta de titular, siendo un hombre clave en el mediocampo.

El orgullo de papádesbordaba al Káiser, por lo mismo, en conversación con TNT Sports, no dudó en sacar su lado más colocolino y lanzó que “en este lugar, pucha que he sido feliz. Ahora, ver a un hijo vivir esa experiencia, es único. Creo que los jugadores jóvenes han hecho su crecimiento, Vicente dentro de ese grupo. Él es profundamente feliz en lo que hace y esto es un nuevo incentivo para seguir su recorrido. Estoy muy contento, he tenido la posibilidad de seguirlo y acompañarlo. Es gratificante verlo feliz, en este estadio y en este equipo”.

Si hay algo que debió ponerle los pelos de punta, fue el momento en que el público presente en la Ruca coreó su apellido al momento en que Vicente salió a recibir su medalla. Es que el Vicho se ganó a la fanaticada alba a puro esfuerzo y buen fútbol.

Al respecto, el capitán campeón de América señaló que “probablemente tiene que ver con la historia, con la identidad, con la experiencia en el club. Yo creo que su expresión dice de conocimiento en la institución, de haber vivido hartos años, de haber hecho un recorrido. Agradezco al plantel, al cuerpo técnico y a toda la gente porque estar en la cancha con este marco de público es una experiencia única”.
Vicente Pizarro recibió una ovación en el Estadio Monumental | Imagen: Guillermo Salazar

La difícil renovación de Vicente Pizarro en Colo Colo

Una de las grandes teleseries en el final de 2021, fue la extensión del vínculo contractual del canterano. El volante terminaba contrato con el club y las negociaciones no fueron fáciles. Incluso, por momentos, se temió que saliera gratis de Macul. Finalmente, tras un tira y afloja importante y el deseo de Vicente Pizarro por quedarse en el equipo, hicieron que se llegara a un acuerdo, extendiendo su estadía por tres años más.

Sobre dicho momento, Jaime recordó que “siempre la convicción de él fue la misma. Los temas más administrativos son los que a veces pueden generar diferencias. Al final, deportivamente, como desarrollo y en las expresiones en el estadio, es que han construido un muy buen grupo. Los mayores se han portado muy bien y se agradece. Deportivamente han sido un equipo muy parejo y equilibrados”.