José Néstor Pékerman es el plan A de un Colo Colo que busca redirigir un comienzo de año terrible, con un entrenador despedido, con largos 12 puntos de distancia con el primer lugar de la tabla y lo más preocupante: con el desafío de la Copa Libertadores a la vuelta de la esquina.
El curriculum del argentino de 70 años responde a su edad, con largos procesos en su país y en Colombia que apuntan al objetivo de imponer un sello que perdure y que imponga respeto en el fútbol mundial.
En 1994, con apenas algunas experiencias en Argentinos Juniors, Estudiantes de Caseros, Chacarita Juniors y mismo Colo Colo en divisiones inferiores, tomó el desafío de dirigir la Sub20 y 17 de Argentina, llegando a ganar tres copas del mundo entre 1995 y 2001. De ese proceso salieron jugadores de la talla de Andrés D’Alessandro, Javier Saviola, Maximiliano Rodríguez, Pablo Aimar, Esteban Cambiasso y Juan Román Riquelme.
En el 2004, tras la renuncia de Marcelo Bielsa al seleccionado argentino absoluto, tomó a la albiceleste para clasificar al Mundial de Alemania 2006, torneo donde llegaría a los cuartos de final.
Tras partir de su país se fue a México, donde dirigió a Toluca (2007-2008) y Tigres (2009). Años más tarde, en el 2012, llegó su segundo gran desafío de su carrera: Dirigir a la Selección de Colombia.
Con los cafeteros estuvo por siete años, comandando exitosamente los procesos eliminatorios de Brasil 2014 (llegó hasta los cuartos de final) y Rusia 2018 (eliminado en octavos), además de obtener el tercer puesto de la Copa América Centenario 2016.
La pizarra de Pékerman es amplia, adaptándose siempre al rival de turno. Con Argentina en Alemania 2006 llegó a utilizar tres esquemas distintos en los cinco duelos que disputó: Un clásico 4-4-2 con dos contención (Mascherano y Cambiasso), dos en creación (Riquelme y Rodríguez) y dos atacantes (Crespo y Saviola); un 4-1-3-2 más ofensivo y hasta coqueteó con una línea de tres en el fondo con Sorín más suelto por la izquierda para un 3-5-2.
Con Colombia varió a lo largo de sus siete años en el equipo. Rumbo a Brasil sacó lo mejor de los cafeteros con un 4-4-2 que logró bastante equilibrio entre defensa y ataque, explotando la posesión y el juego por las bandas para que los delanteros definan las jugadas en el área, además de dejar un atacante para que baje a asociarse con la línea de volantes.
En Rusia 2018 varió al 4-3-2-1, donde aprovechó el talento de James Rodríguez, Juan Fernando Quintero y Juan Cuadrado en el mediocampo, dejando a Radamel Falcao como único atacante neto.
La capacidad de liderazgo, estudio y trabajo de José Néstor Pékerman siempre ha sido alabado por el medio en general en toda Latinoamérica. Habrá que ver si su estilo que siempre apuesta a los procesos se adapta a la inmediatez palpable que necesita Colo Colo, donde los resultados deben ser inmediatos y no hay tiempo para el largo plazo.