Ronald De la Fuente ingresó a perfil cambiado en la victoria de Colo Colo sobre Everton. El Cacique sufrió inesperadamente la baja de sus dos laterales diestros, ya que fueron citados a los amistosos de la Selección chilena.

Fernando Gutiérrez, el encargado de dirigir ayer a los albos, elogió la actitud del ex jugador de Universidad de Concepción, argumentando que para un zurdo es más difícil adaptarse al cambio de banda.

La decisión del ayudante técnico de Mario Salas tuvo un damnificado y ese es Matías Ferrari, lateral derecho y capitán de la sub 19 del Cacique.

Lo sucedido deja una interrogante que fue muy comentada por los hinchas en redes sociales y es cómo pueden andar las series menores del club, al punto de que se prefiere improvisar con un zurdo por derecha, en lugar de darle oportunidades al cadete que maneja el puesto.

Sin embargo, el hecho es que históricamente, Colo Colo no produce laterales. Para recordar grandesinterpretes en la posición,hay que retroceder a los tiempos de Jorge Toro (que era más volante) o Mario Galindo. La mayoría piensa enGabriel Mendoza, pero el no salió de las series menores del club.

¿Y posteriormente? El Cacique destacó jugando con línea de tres.Cuando cambió el dibujo táctico, el equipo se reforzó con laterales (Luis Pedro Figueroa, Fuenzalida, Opazo, Felipe Campos)o fue retrocedido Gonzalo Fierro, quién en sus inicios era segunda punta.

La escasez de laterales no es sólo una oportunidad de mejora para el propio Colo Colo, sino que a nivel nacional. Hoy los clubes no están promoviendo jugadores en esa posición y la prueba más clara, es como a pesar de que pasan los años, Isla y Beausejour son inamovibles en la Roja hasta que den un paso al costado.

Pero lo primero para que eso cambie, es que tanto Colo Colo como el resto de los clubes deben definirque tipo de lateral quieren para el futuro.¿Uno que sea un defensor más?¿Quésea como los brasileños, ecuatorianos o colombianos que se proyectan y rompen líneas? ¿Buscar un punto intermedio? Esa podría ser una interrogante.

Tomando en cuenta que el camino para alcanzar el ambicioso proyecto 60-40 está recién comenzando a pavimentarse, la formación de laterales con identidad de lo que espera el colocolino, puede ser un interesante desafío.