Se cumplirá un año de la llegada de Marcelo Espina a la gerencia deportiva y desde el comienzo dejó claro los objetivos inmediatos para Colo Colo. Reducir el plantel, el cuál declaró consideraba muy abultado y bajar el promedio de edad del equipo.  

 

Apenas fue anunciado en su nuevo cargo, dijo que el trabajo sería a largo plazo, aunque también quiere tener buen ojo en los refuerzos. Es por eso que se produjo la creación de una secretaría técnica, que apunta a la captación eficiente de nuevos jugadores y entrenadores para el Cacique, tanto en Chile como en el extranjero.

También encabeza un ambicioso plan con miras al centenario del club, que se celebrará en el año 2025. Allí pretende consolidar su proyecto 60-40, donde quiere que el 60% del plantel sea integrado por jugadores surgidos de las series menores albas.

El fortalecimiento y desarrollo del fútbol joven, es el mayor desafío que tiene el Gerente Deportivo, pero sin duda, es la tarea que lleva más tiempo de consolidar, tal como reconoció en junio, donde llamó a que la gente tenga paciencia, proyectando el largo camino que queda por recorrer.

Para liderar este proyecto, El Calamar se encargó de que se concretara la contratación de Ariel Paolorrossi como nuevo jefe de cadetes, un hombre de reconocida trayectoria en el fútbol formativo en Argentina.

Harold Mayne-Nicholls se integró a finales de abril de este año y se alinea completamente con el trabajo de Espina. Incluso lanzó que la presión mediática que existe por traer refuerzos, perjudica la posibilidad de proyectar nuevos valores.

De hecho, el vicepresidente ejecutivo de ByN, reafirma su apoyo al plan del ex volante, cuando recordó que los grandes planteles de Colo Colo se armaron con una base de jugadores formados en el club.

Por el momento, en el corto plazo se ha cumplido con la primera tarea que era bajar el promedio de edad del plantel, insertando a jugadores de las divisiones menores albas como Iván Morales, Carlo Villanueva, Williams Alarcón y Branco Provoste. A ellos se suma Gabriel Suazo, que recién cumplirá 22 años en agosto.

También han sido promovidos Julio Fierro, Vicente Pizarro, Ethan Espínoza, Matías Colossi, lo que está marcando otra señal del trabajo que está realizando el club para dar rodaje a la chímenea en el menor tiempo posible.

 

Sin competencias internacionales en este semestre y con un plantel que vislumbra tener dos jugadores por puesto, no hay urgencia por refuerzos, hay jerarquía y juventud en el equipo. Si se cumple el objetivo de clasificar a Copa Libertadores, Espina deberá volver a evaluar las carencias del plantel para poder competir a nivel internacional y ver como cubrirá el retiro de Esteban Paredes.

La abundancia de materia prima en el fútbol joven, como es el caso de Colo Colo, puede facilitar la tarea pero en ningún caso garantizar que los chicos se logren consolidar. A muchos se les olvida que la mayoría son menores de edad y los procesos de maduración son variados por muchos factores.

Se han dado muchas señales de que esto va por buen camino y el tiempo dirá si la decisión fue acertada, pero tomar estos riesgos es parte del fútbol. Los grandes equipos con base canterana, no se formaron de un día para otro.