Ramiro González es el segundo refuerzo de Colo Colo. El jugador proveniente de Platense era una de las obsesiones de Gustavo Quinteros y, después del primer intento frustrado, se realizó los exámenes médicos en Chile y terminó firmando en el Cacique.
El trasandino que cuenta con nacionalidad chilena no quiere ser un actor de reparto y llega con todas las ganas de pelear un puesto en la defensa que compone Maximiliano Falcón y Emiliano Amor. Así, en diálogo con DirecTV, el zaguero aseguró que “voy a luchar por ganarme un lugar en la defensa y que mis compañeros no se relajen. Lo mejor que puede existir en un equipo es la competencia interna. Es fundamental para fortalecer y subir el rendimiento de todos”.
Ramiro González se adapta a distintas posiciones en defensa
Además, el futbolista de 32 años aseguró que se adapta “a todas las posiciones en la defensa, de líbero, de stopper a cualquiera. Sé que llego a un equipo con muchas exigencias y que debo adaptarme rápido, espero hacer las cosas bien pronto y adecuarme a la idea del técnico”.
Sobre el entrenador del Cacique, González confesó que viene “hablando hace bastante tiempo, cuando estaba en México ya me quería, después en Talleres se intentó y no se logró y ahora la tercera fue la vencida. Espero ahora demostrar dentro de la cancha”.
“Gustavo Quinteros no dejará nada al azar, una de mis principales virtudes es el juego aéreo. Espero pueda llenar de alegrías a la gente, uno trabaja para eso. La idea es dar lo mejor para Colo Colo”, complementó.
Sus razones para llegar a Colo Colo
El ex Unión Española, además, reveló que contaba con ofertas desde otros países para seguir su carrera, sin embargo, “la Copa Libertadores y los intentos que tuvieron antes por traerme fue fundamental para decidirme por Colo Colo. Tuve ofertas de Perú, también de Argentina, pero preferí quedarme con la oferta de Colo Colo”.
Por último, no ocultó sus deseos de llegar a la Selección Chilena. Es que para el zaguero, “siempre va ser ilusión la Roja. Cuando estaba en Unión Española estuve en la mira de Pizzi, pero no se dio. Si bien ya tengo 32 años, la ilusión está y el tiempo dirá para que estamos. Primero debo hacer bien las cosas en el club”.