Hoy comienza la era de Gustavo Quinteros al mando de Colo Colo, quien está a la espera de sus exámenes PCR para poder dirigir su primera práctica y tener su primer acercamiento con todo el plantel.

Su llegada ilusiona para poder levantar el rendimiento de un equipo que está en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones. Es que el argentino viene precedido de buenas campañas en diferentes ligas de Sudamérica, donde dejó gratos recuerdos.

En Ecuador fue bicampeón con el Emelec, uno de los clubes más populares de ese país y Luis Idrovo, ex gerente deportivo del Bombillo, sólo tuvo elogios para Quinteros en conversación con Radio ADN por su manera de trabajar.

“Es alguien muy exigente en sus horarios para comenzar los trabajos, en las concentraciones, para los viajes. Marcaba una estructura diagramada, entregaba el trabajo de la semana y nos reuníamos todos los días, aunque fueran 10 minutos. En base a eso nos reuníamos todos los días, sabe mucho de fútbol”, detalló.

Sostuvo que no tiene problemas para ganarse a camarines complicados y contó cómo lo hizo durante su paso por el fútbol ecuatoriano.

“Se gana muy bien al camarín y jugadores, tiene una facilidad inmensa para eso. Emelec tenía jugadores quizás no complicados, pero sí eran muy especiales que venían de afuera y aterrizarlos era responsabilidad del técnico, pero Gustavo lo hacía”, explicó.

Una de las cosas que se le cuestionó a Gualberto Jara fue la falta de oportunidades que le dio a los más jóvenes, cosa que Quinteros sí hizo durante su ciclo como DT de Universidad Católica y en el propio Emelec.

“Siempre estuvo muy interesado, veía las prácticas y asistía a ciertos partidos de las series formativas más grandes como la sub 18, la 20 o la reserva. Promovió a varios jugadores a entrenar con el primer equipo como sparring, los hacía jugar amistosos y de esa manera le fue dando oportunidades. Subía a cuatro o cinco chicos con la intención de que agarraran experiencia, además eran sparring para las pelotas paradas, era muy estratégico para eso”, completó.