El Real Betis de Claudio Bravo hizo historia y derrotó desde los lanzamientos penales al Valencia en el estadio de La Cartuja, coronándose campeones de la Copa del Rey por tercera vez en su historia.

El compromiso comenzó bastante disputado, con ambas escuadras metiendo pierna fuerte para frenar los embates del rival. Sin embargo, al minuto 11’, los verdiblancos pegarían primero.

Esto debido a que Héctor Bellerín llegó hasta línea de fondo para mandar un buen centro que fue conectado por Borja Iglesias, quien con un certero cabezazo marcó la apertura de la cuenta.

Sin embargo, el cuadro Che no se quedaría atrás y al 30’, Ilaux Kourouma le brindó un soberbio pase a Hugo Duro, quien le picó el balón al formado en Colo Colo para anotar el empate.

La igualdad golpeó a los verdiblancos, quienes tuvieron que aguantar los ataques del rival. Ahí fue donde apareció la figura del capitán de la selección chilena, quien con dos magistrales tapadones mantuvo la igualdad en el marcador.

Tras eso, el equipo que dirige Manuel Pellegrini reaccionó y comenzó a jugar mejor, llegando en varias ocasiones al arco rival pero pecaron en la puntada final, por lo que el encuentro se fue al alargue y posteriormente a los lanzamientos penales.

En aquella instancia el triunfo estaba para cualquiera, sobre todo por la gran efectividad de los ejecutantes. Sin embargo, todo se desniveló cuando Yunus Musah mandó el balón a las nubes y le dejó en bandeja el título a los béticos. El encargado de ejecutar el último lanzamiento fue Juan Miranda, quien engañó al golero para marcar su tanto y darle su tercera Copa del Rey al Real Betis.