Colo Colo negoció por muchos meses una extensión de contrato con Gabriel Suazo y así poder sacar ganancias de una transferencia al exterior, ya que el deseo del ex capitán era emigrar. Mientras se daban esas conversaciones, Alan Silberman, agente en ese entonces del jugador, le buscaba destino, pero al no materializarse una oferta concreta, ni renovar su vínculo con el Popular, el jugador optó por no seguir contando con sus servicios.
A partir de allí, el lateral comenzó a ser representado por Fernando Felicevich, quien maneja los destinos de un número importante de futbolistas chilenos. Posteriormente, terminó firmando con el pase en su poder por el Toulouse de Francia, por lo que el Cacique no recibió nada de dinero por este traspaso.
Alzan la voz
Alan Silberman no se había referido públicamente a lo ocurrido con Suazo, pero tras varias semanas rompió el silencio en conversación con RedGol con incendiarias declaraciones en contra del argentino, acusando que le “robó” la representación del seleccionado chileno.
“Ni yo ni mi socio, el holandés Jason Pappe, fuimos los que transferimos a Gabriel Suazo, siendo sus representantes legales por contrato, firmado por Gabriel Suazo. La historia, para variar en el ambiente del fútbol chileno, involucra a un agente inescrupoloso, amoral, que actúa a nivel tipo mafia, que se llama Fernando Felicevich; que hace muchos años, en 2007, nos robó la representación de Arturo Vidal, después de haberse reunido conmigo y de pedir trabajar conmigo”, expresó.
Respecto a cómo terminó su vínculo con Suazo, el agente aseguró que manejaba ofrecimientos convenientes para todas las partes, incluido Colo Colo para obtener ganancia por su traspaso.
“Nosotros conseguimos tres contratos para él, de primera línea y primera categoría. Y de acuerdo al compromiso adquirido por Gabriel con Colo Colo, le llegaba a Colo Colo una cifra muy importante de dinero, que era el compromiso que había adquirido Gabriel”.
Para apoyar sus dichos, Silberman agregó que “el presidente del Toulouse me dijo que el representante de Suazo había sido Felicevich, y lo tengo por escrito, como tengo los contratos con Gabriel Suazo. No podría decir cómo ha sido, porque Gabriel no tomó más una llamada de teléfono ni a Jason ni a mí, ni los mails, porque son las instrucciones de este ni siquiera poco transparente, este oscuro agente de fútbol”.
Finalmente, siguió con sus dardos para Felicevich, acusando en duros términos que “está infiltrado en todos los estamentos del fútbol chileno, desde directores hasta propiedades de clubes, con palos blancos, entrenadores y jugadores de su representación que presionan a otros jugadores para que firmen la representación. No quiero entrar en descalificaciones porque no quiero ningún tipo de lío legal, pero a estas alturas toda la gente del ambiente del fútbol chileno sabe quién es quién, y sabe de las carencias morales de este caballero”.