La confirmación de Brasil como sede de la próxima Copa América rápidamente encendió la polémica, ya que se trata del tercer país más azotado por la pandemia del coronavirus con cerca de 460 mil muertes y más de 16 millones de contagiados, algo que ha movilizado a protestas contra su presidente, Jair Bolsonaro.
Este anuncio no le cayó nada de bien a los jugadores de la Verdeamarelha, quienes han dejado clara su postura de no querer jugar el torneo en su país por la grave crisis sanitaria que atraviesan. Así lo expresó el volante Casemiro tras el partido de su selección contra Ecuador por Eliminatorias.
“Queremos hablar y expresar nuestra opinión. Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición, más clara, imposible. Tite ya la dejó clara. Infelizmente, no vamos a hablar del asunto hasta después del partido contra Paraguay para no desviarnos del foco de las Eliminatorias. En el momento adecuado, hablaremos todos”, dijo el volante del Real Madrid.
Pero más allá de las apariciones públicas de sus figuras, también se están comunicando con el resto de los capitanes. Según detalló el diario Globoesporte, Neymar está conversando con los capitanes de las demás selecciones para acercar posiciones y boicotear el torneo.
Sin embargo, el mismo medio reportó que el crack del PSG no encontró mayores respuestas, en parte porque están enfocados en las Elimintorias. “El movimiento de jugadores de la selección brasileña para boicotear la Copa América no encontró eco en otras delegaciones que compiten en las eliminatorias y seguirán reuniéndose más tarde”, adelantan.
Pero también hay intereses económicos, “especialmente aquellos que tienen jugadores que juegan en el fútbol local y ven la competencia no solo como un escaparate, sino también como una posibilidad de grandes premios, no ven posibilidad de desistir de la disputa”, añade Globoesporte.
Desde la selección chilena aún nadie se ha expresado al respecto, aunque Martín Lasarte deslizó algunas críticas en conferencia de prensa.
Por ahora, la Copa comienza el próximo 13 de junio, pero hay otros jugadores que han criticado la organización del certamen. Incluso, el SIFUP manifestó que apoyará a quienes no quieran jugarla. La Conmebol comienza a inquietarse.