Los grandes protagonistas de pasados Superclásicos traen al recuerdo varias anécdotas que han vivido en estos partidos de alto vuelo. Mauro Olivi le tocó vivir varias caras, incluyendo las humillantes goleadas ante la U que dirigía Jorge Sampaoli.
Una de las postales que dejó la eliminación de los Play Offs del Apertura 2012, fue el patadón que el argentino le puso a Marcelo Díaz y que le significó su expulsión. En conversación con DaleAlbo, recordó con humor lo sucedido. “No lo toqué en ningún momento, se tiró claramente jajaja”, comenzó
Más enserio, el ex delantero señaló que “fue una patada completamente fuera de lugar, injustificada desde el lado que se le mire. Son cosas del momento y no me enorgullece esa situación”.
Al ser consultado si llamó a Carepato tras esa falta, el argentino con total sinceridad reconoció que “eso no me gusta, es humo. ¿Qué le iba a decir? ¿Perdón? Ya está, fue del momento, le pegué una patada, me pegaron un millón de patadas y nunca esperaba que me pidieran perdón. Si me cruzaba con alguien en un restorán me reiré, pero es parte de esto”.
El Pampa detalló las actitudes que molestaron de Marcelo Díaz que lo motivaron a pegarle esa patada y que no haber podido controlar su temperamento fue algo que le costó caro durante toda su carrera.
“No me acuerdo las palabras, pero no me gusta que ni mis compañeros hagan eso cuando van ganado por tres goles, ni gritarle a la hinchada rival, yo jamás hice una cosa así. No me gusta que me las hagan ni hacerlas, él estaba diciendo ole y yo estaba esperando que tocara la pelota para meterle una patada, si podía pegarle dos o tres más se las pegaba en ese momento. Fue un problema de mi carrera, cuando se me cruzan los cables no podía controlarlo y eso me jugó una muy mala pasada”, narró.
De todas maneras, Olivi afirmó que no quería lesionar al ex volante de Universidad de Chile y que, si ese hubiera sido el caso, se habría acercado a pedirle disculpas.
“Después no somos amigos, quizás si te toca ser compañero de equipo con él te reirás de lo que pasó. Ahora si le hubiera dado una lesión grave ahí si me pongo a disposición de él para lo que necesite, lo hubiese llamado, pero son situaciones del juego. Fue una patada que se ve mucho más violenta de lo que en realidad fue, fue una rayadita que se ve agresiva, pero no fue una de esas que te quiebran la tibia y el peroné donde le arruinas la carrera a alguien”, cerró.