La larga espera sin poder ver a Colo Colo está por llegar a su fin este próximo sábado 29 de agosto, cuando de una buena vez veamos al Cacique salir a la cancha del Estadio Monumental para enfrentar a Santiago Wanderers en el esperado regreso del Campeonato Nacional 2020.
Lamentablemente los 170 días que cumpliremos sin ver a Colo Colo en una cancha de fútbol estuvieron marcados por desagradables polémicas en las que estuvo rodeada la institución, dejando mal parados tanto a los jugadores como a la dirigencia de Blanco y Negro.
Todo comenzó con las fallidas negociaciones entre los dirigentes y jugadores por la rejaba de sueldos, todo cuando se comenzó a ver que la pausa sería bastante más larga que solo un par de semanas. El plantel terminó cobrando su seguro de cesantía luego de que Blanco y Negro se acogiera a la ley de protección al empleo, lo que generó una serie de mensajes incendiarios entre ambas partes.
A esta polémica le siguió la de Blanco y Negro terminando de forma anticipada su contrato con Umbro de sponsor en la camiseta, señalando que la firma británica tiene una importante deuda que viola puntos importantes del vínculo firmado durante 2019. En el Cacique ya están buscando a la siguiente marca que los vestirá en el futuro.
Para colmo Leonardo Valencia se vio involucrado en una funa de su ex pareja que lo acusó directamente de violencia intrafamiliar y de deber millonarias sumas de pensión alimenticia. La situación quedó en manos de la dirigencia alba, quienes todavía no han determinado tomar decisiones en torno al volante de Colo Colo.
A nivel dirigencial también hubo gallitos, ya que desde el bloque de Leonidas Vial al interior de Blanco y Negro decidieron dejar sin sueldo a Harold Mayne-Nicholls en el cargo de vicepresidente ejecutivo de la concesionaria, en un golpe directo a la gestión de Aníbal Mosa, actual presidente.
La última polémica giró en torno a la devolución de dineros por parte de Blanco y Negro a un grupo de jugadores que tenían contratos por derechos de imagen. La suma era superior a los 500 millones de pesos y generó las disputas al haber jugadores que no querían repartir el dinero con los compañeros que no gozaban de este tipo de vínculos laborales y que también perdieron en las fallidas negociaciones antes mencionadas.
Habrá que ver si en esta última semana que cumpliremos sin ver a Colo Colo en una cancha de fútbol será posible encontrar algún ambiente de paz al interior del Monumental, algo que definitivamente no existió mientras la actividad estuvo detenida.