Tras la derrota frente a Curicó Unido, Colo Colo se encuentra por primera vez en el año en zona de descenso directo al quedar como colista absoluto del Campeonato Nacional 2020, por lo que la situación alarma a varios.

En Blanco y Negro parece que nunca entendieron el riesgo real de un equipo que además sufre con la gran cantidad de lesionados, por lo que recién ahora quieren agotar esfuerzos para conseguir el volante que tanto pidió Gustavo Quinteros.

El problema es que las opciones de fichar un mediocampista cada vez son más escasas. El sistema de transferencias internacionales está cerrado, por lo que si los albos quieren un futbolista que milita en el exterior tendrá que llegar con el pase en su poder.

Eso significa que ni haciendo un esfuerzo económico se puede ir por Ángelo Araos, Lorenzo Reyes o Rodrigo Ureña, ya que tienen contrato vigente con sus clubes y sólo sirve que rescindan su compromiso, algo prácticamente imposible.

En Blanco y Negro no descartan la opción de sumar a Jorge Valdivia / FOTO: Agencia Uno

En Blanco y Negro no descartan la opción de sumar a Jorge Valdivia / FOTO: Agencia Uno

¿Y el torneo local? El Cacique no puede firmar a jugadores que hayan participado en algún club de Primera A durante esta segunda rueda, independiente de si tiene menos de 360 minutos jugados. Así lo confirmó Rodrigo Robles, gerente de ligas profesionales de la ANFP en conversación con DaleAlbo.

De esta manera, Colo Colo sólo tiene a disposición para firmar a jugadores de Primera B, a Miiko Albornoz, quien terminó su vínculo con el Hannover 96 de Alemania, además de Jorge Valdivia y Gonzalo Jara, que prácticamente tienen sentenciado su adiós del Mazatlán de México.

Otro que eventualmente podría quedar libre es Rodrigo Millar, pero sólo si decide adelantar el final de su contrato con el Mazatlán, el cual expira a mediados del 2021. Sin embargo, desde Blanco y Negro no lo tienen considerado (por ahora) por su edad.

El plazo fatal para traer refuerzos expira el próximo martes 1 de diciembre a las 18:00 horas, por lo que la dirigencia nuevamente está contra el tiempo, pero también, con poco margen de maniobra.