Colo Colo vive un momento alentador de cara a sus próximos desafíos de la temporada, donde de la mano de Gustavo Quinteros el equipo volvió a ser competitivo. Esta alza parece increíble si se considera que hace pocos meses, los albos se hundían en un pozo que casi termina en su primer descenso de la historia.
Pero uno de los responsables de este buen nivel es Hugo Roldán, preparador físico. Le cambió el ritmo a un plantel que sufrió con las lesiones en el torneo pasado y el mal estado de forma, con casos desobrepeso incluido.
“Pudimos ajustar, porque maximizamos el tiempo. Los mínimos detalles hacen la diferencia y la competencia interna acá de jugadores hace que se eleve el nivel. Creyeron, nos creen y ahí el sacrificio del jugador se ve reflejado dentro de la cancha y eso tiene que ver con el presente (…) A base de entrenamiento y de administrar las cargas, tenemos un equipo muy dinámico”, comenzó detallando el PF.
Uno de los aspectos más críticos en la campaña anterior era el psicológico, donde se vio un equipo muy frágil al que le costaba sobreponerse a las adversidades y también se ha trabajado. “La parte más fundamental es poder llegarle y convencerlo. Aquí se le llaman capacidades blandas o inteligencia emocional, donde yo las utilizo para que el jugador crea y, una vez que cree, se convence de que las cosas las puede hacer de la mejor manera para poder sacar rendimiento”, explicó.
En ese sentido, pone como ejemplo a Iván Morales, quien pone mucho de su parte a pesar de los momentos complicados que vivió.“Recepcionó mucho la forma en que nosotros lo tratamos, las intervenciones. Cualquier deportista de elite tiene sentimientos y tiene necesidades como cualquier otra persona. Entonces, al abordarlas desde esa parte humana, nuestra intervención profesional llega más rápido”, destaca.
Los mejor evaluados
Como todo profesor, Hugo Roldán tiene un grupo que responde mejor a sus cargas de trabajo, algo que es muy valorado también por Gustavo Quinteros. “César Fuentes es un jugador que tiene mucho despliegue físico. Gil, también, al igual que Suazo. Después tenemos a Bolados, Solari y Martín Rodríguez, que son muy intensos”, contó.
Doble turnos para evitar lesiones
Las bajas por lesión fueron un dolor de cabeza constante para Gustavo Quinteros en el torneo pasado, algo que quiere evitar en este torneo.
“La metodología que tengo hace que vaya desencadenando una cosa con otra. Al estar fuerte y bien físicamente, te lesionas menos y con eso tienes más continuidad de cargas, con las que te pones bien y tienes un rendimiento bueno. Tenemos fortalecimiento, hacemos trabajo de prevención, que tiene que ver con el trabajo de fuerza física puntual de la parte fisiológica puramente de la preparación física y va de la mano con los trabajos intensos con pelota”, detalló.
Competencia leal y autocuidado
Uno de los puntos que más destacan explicar el buen momento es la competencia interna, lo que también va acompañada de un buen ambiente interno, detalles que ayudan a prevenir lesiones. “El estrés mental que te genera la presión de tener que ganar y salir de una situación complicada a veces te genera miedo y ese miedo te paraliza, y esa parálisis hace que funciones de otra manera. Por suerte, hemos superado eso, se ha renovado el plantel y, a raíz de eso, el equipo está tranquilo y podemos trabajar con otro ambiente, con otro clima”, explicó.
La alimentación también juega un rol clave: “tenemos un protocolo con la nutricionista. Los jugadores tienen que tener un número determinado de pliegues para poder ser competitivos y estar dentro de los parámetros de un profesional”.
Finalmente, se refirió a la competencia en el plantel: “Nosotros tenemos dos jugadores por puesto, que compiten lealmente por estar uno mejor que otro. Solari volvió al nivel que él tenía, en un momento bajó y salió. Hay otro que estaba mejor, el caso de Bolados, Costa. Tanto los jóvenes como los de experiencia saben que deben tener un nivel óptimo. Tener dos jugadores por puesto sirve para que crezcan día a día y no se relajen nunca”, cerró.