Hoy se cumplió un año del fatídico partido en el que Colo Colo se salvó del descenso frente a Universidad de Concepción, sin dudas el peor momento deportivo en la historia del Cacique que peleó hasta el final por no perder la categoría por primera vez.

Una vez consumada la permanencia, hubo una poda de aquel plantel que provocó la salida de varios referentes. Sin embargo, la dirigencia encabezada por Aníbal Mosa, los principales responsables de dicha debacle, se aferraban al cargo y no pensaban en dar un paso al costado. Pero todo cambió.

El puertomontino se quedó sin el respaldo del Club Social y Deportivo Colo Colo en la mesa de Blanco y Negro, por lo que ya no contaba con los votos para lograr la reelección como presidente de la concesionaria. Esta situación desgastó al empresario, quien incluso había anunciado que vendería sus acciones, cosa que sigue sin ocurrir.

Tras la elección dentro del directorio, Edmundo Valladares asumió como nuevo presidente y anunciando un plan con un enfoque claro: gestión institucional, económica y comercial; desarrollo deportivo; infraestructura y patrimonio; participación y rol social. Su arribo significó el CSD tomaba el timón para enderezar al Cacique tras un año sin rumbo.

Edmundo Valladares asumió la presidencia de Blanco y Negro / FOTO: CSD Colo-Colo

Edmundo Valladares asumió la presidencia de Blanco y Negro / FOTO: CSD Colo-Colo

La actual admnistración ha privilegiado la armonía al interior del club y eso se ve en el buen ambiente que existe entre el plantel, cuerpo técnico y la dirigencia. Las negociaciones y diferencias no se han hecho públicas y las vocerías se han realizado sólo en momentos oportunos.

Asimismo, por primera vez se nota la existencia de un proyecto a nivel institucional, algo que sedujo a Gustavo Quinteros para firmar su continuidad y construir en torno a su dirección un proceso que va bien encaminado. Allí la cantera tomó nuevamente un lugar preponderante, se mantuvo la base del plantel y optó por traer pocos refuerzos, pero en puestos claves.

Otro punto que ha sido muy valorado es el trato que ahora se le ha dado a los jugadores que dejan el club y también el reconocimiento en el estadio Monumental a la trayectoria de antiguos referentes, algo que se había extraviado en antiguas administraciones de Blanco y Negro.

Para este 2022 se han trazado metas ambiciosas como ganar nuevamente el Campeonato Nacional, la Copa Chile y ser competitivos en Copa Libertadores. La temporada recién comienza para ver si estos esfuerzos traerán premio.