Tras caer ante Audax italiano, Colo Colo sumó su segunda derrota consecutiva en el torneo, y en apenas tres fechas, ya quedó a seis puntos del puntero, Universidad Católica, elenco al que tiene que enfrentar este domingo en el Estadio Monumental. 

 

Mario Salas nuevamente fue el epicentro de las críticas. En estas dos caídas el equipo evidenció los mismos problemas del año pasado, donde se regaló un tiempo, una defensa permeable y ofensivamente muy dependiente de las individualidades. Ante Palestino se ganó con un marcador expresivo, pero sin brillar gracias a la inspiración de Marcos Bolados y Leonardo Valencia, dos de los mejores jugadores de este 2020.

El equipo sigue al debe como visitante, no muestra una identidad de juego y se ven varios rendimientos más bajos de lo que pueden dar como Opazo, Insaurralde, Carmona, entre otros.

Hay errores que no pasan por el mal momento personal de un futbolista. En el primer gol de Audax se vio a De la Fuente superado, aunque hay que considerar que tenía la doble función de marcar a  Figueroa y Henríquez, debido a que Suazo estaba presionando en la misma línea que los delanteros por orden del técnico ¿Quién falla ahí? Queda a criterio de cada uno.

Aunque la temporada recién comienza, el balance es alarmante tomando en cuenta que el Comandante sólo tiene un 53% de rendimiento en sus últimos 20 partidos, es decir, ocho triunfos, seis derrotas y seis empates.

A esta altura el técnico no tiene margen de error, lleva 13 meses en su puesto, su tiempo de adaptación pasó hace rato y no quedan excusas para no ganar. Hay que agregar que este año tuvo a casi todos sus refuerzos antes de comenzar la pretemporada y que los nuevos son nombres calados para la competencia local.

La desazón del equipo tras una nueva caída

La desazón del equipo tras una nueva caída

Por esa razón, si llega a quedar a 9 puntos ante un equipo que marcha sólido hace más de dos años, su proceso se verá insostenible. Por mucho optimismo que quiera mostrar por 20 buenos minutos de un segundo tiempo, hay razones para justificar la mala situación.

Existen marcadas contradicciones en sus discursos. Siempre ha manifestado que Colo Colo debe ser un elenco que someta al rival y quién lleve la iniciativa. Pero incluso cuando ganó este año, se vio la versión más contragolpera del equipo. 

En esa misma línea hay cosas que simplemente no se entienden. Tras caer ante Audax, dijo que Provoste es uno de sus mejores jugadores ¿Entonces por qué no lo alineó ante Cobresal y de paso aprovechaba de sumar minutos sub 21? Si Leonardo Valencia dijo que lo trajeron para ser el 10 del equipo y brilló en ese puesto en estos partidos ¿Por qué lo pone por la banda ante Audax cuando era imperativo ganar? ¿Por qué se sigue siendo un equipo de reacción y se mejora cuando el resultado es desfavorable?

Ni hablar de su insistencia por ciertos nombres. Recibe muchas oportunidades, pero Gabriel Costa no logra responder a su cartel de seleccionado peruano y Javier Parraguez sigue demostrando que no puede ser el 9Pese a que existe un proyecto para promover a los juveniles, no se le ha dado la oportunidad a Luciano Arriagada o Iván Morales en su posición ¿Habrá temor a probar? Quizás, pero en este deporte, el que no arriesga no gana.

Parraguez y Costa, dos de los más apuntados por los hinchas

Parraguez y Costa, dos de los más apuntados por los hinchas

Lo más delicado es su distanciamiento con el plantel. Según ha averiguado DaleAlbo el ambiente no es bueno, la relación con muchos integrantes del primer equipo no da más, cuestionan su liderazgo y simplemente no creen en su idea. Este quiebre se dio luego de la inesperada salida de Agustín Orión, donde los referentes dieron claras señales en favor del portero argentino y ya no es coincidencia que el rendimiento bajó tras dicho episodio.

Este alejamiento quedó de manifiesto en el último partido con Audax, donde el técnico intenta dar instrucciones a sus jugadores, pero se ve claro en las cámaras del CDF que no le prestan atención. A eso se suma una discusión con Julio Barroso en el entretiempo y los cuestionamientos públicos de Jaime Valdés.

Tras la derrota ante los itálicos, el técnico dejó entrever su molestia al decir que podía decir cosas que incendiarían todo y el mal primer tiempo lo achacó a una mala actitud de sus dirigidos. Lo cierto es que sus diferencias con los líderes de un grupo no son algo nuevo por su personalidad, ya lo vivió en Universidad Católica con Cristian Álvarez, pero allí el equipo ganaba.

 

 

La situación puede volverse insostenible. Colo Colo apostó fuerte para pelear el título y hacer una buena participación internacional. Espina y Mosa le dejaron claro al Comandante que su obligación era mejorar su imagen de la temporada pasada y ser competitivo, pero los ripios de antes se mantienen. Para algunos puede ser apresurado un cambio, pero el Cacique tiene que considerar que no puede pasar de regalar el primer tiempo a regalar todo el año, más considerando que el debut por Copa Libertadores está a la vuelta de la esquina.