Durante esta jornada se realizó la junta anual de accionistas de Blanco y Negro, donde se ratificaron algunos cambios en la composición del directorio, como la salida de Harold Mayne-Nicholls. El paso del ex timonel de la ANFP por Colo Colo fue controvertido a pesar de las expectativas que generó su llegada, siendo uno de los principales apuntados por la crisis deportiva del Cacique durante la pasada temporada y terminó al medio de las disputas al interior del directorio.

Su llegada se dio de la mano de Aníbal Mosa, quien apostaba por su figura como la gran carta para recuperar la presidencia de la concesionaria, ya que estaba avalado por su trabajo en la ANFP y su paso por la FIFA. Además, significaba que sería un aporte por su conocimiento de la industria y haber trabajado tantos años ligado al fútbol a diferencia de otros miembros del directorio.

Sus funciones eran claras: trabajar en el proyecto para remodelar el estadio Monumental, profesionalizar al plantel femenino, trabajar en las relaciones del Cacique con otros elencos y asesorar el desarrollo del fútbol del club. Pero con el paso de los meses su figura fue cada vez más cuestionada y sus objetivos no se llevaron a cabo. A eso sumar que su presencia coincidió con una de las peores crisis vividas en el club que dejó su imagen por el suelo.

Remodelación Monumental

Durante el año 2019 se presentó con bombos y platillos un ambicioso plan para mejorar el estadio Monumental, el cual contó con la presencia de Marcelo Barticciotto como cara de este proyecto. La idea, era que cumpliera con todos los estándares internacionales para ser opción de sede para finales de copa y ser escenario del Mundial del 2030 que se pretende organizar en Sudamérica en varios países.

Mayne-Nicholls realizó varios viajes para tomar modelos de otros países y todo iba bien encaminado. Sin embargo, el estallido social y la pandemia frenaron en seco esta iniciativa y por ahora sigue paralizada.

 

 

La foto por Scolari

Harold Mayne-Nicholls fue el encargado de intentar la contratación de Luiz Felipe Scolari como reemplazante del despedido Mario Salas. Para cerrar la negociación, partió a Brasil acompañado por Aníbal Mosa y Marcelo Espina y esto se dio a conocer por una foto que colgó la cuenta oficial de Colo Colo en Twitter, generando mucha expectativa en los hinchas.

Sin embargo, esta imagen terminó siendo símbolo de uno de los mayores ridículos públicos, ya que no había nada cerrado y ni siquiera estaba cerca de concretarse un acuerdo. Todo terminó con la negativa del ex campeón del mundo de ponerse el buzo del Cacique. Posteriormente vino la pandemia y allí comenzaría el declive de su figura.

Quiebre con los jugadores

Con la crisis sanitaria recién empezando, en Blanco y Negro buscaban fórmulas para evitar un descalabro financiero debido también a las cuantiosas pérdidas monetarias en el 2019. Por esa razón, negociaron una reducción salarial con el plantel, pero fue imposible llegar a un acuerdo.

Tras ello, se realizó la recordada conferencia de prensa donde se revelaron las condiciones que pusieron los jugadores en las fallidas conversaciones y que terminó con la polémica decisión de acogerse a la Ley de Protección del Empleo que tuvo consecuencias muy negativas en lo deportivo.

 

Posteriormente, Mayne-Nicholls encabezó nuevas negociaciones para encontrar una solución, aunque sin éxito. Esto que le valió ataques públicos de algunos referentes su quiebre insalvable con el camarín, al punto que Aníbal Mosa tuvo que apartarlo del diálogo para acercar posturas para terminar con el conflicto.

Consignar que posteriormente los jugadores que lideraron las negociaciones salariales terminaron fuera del plantel, entre ellos Esteban Paredes y Julio Barroso.

Declaraciones desafortunadas

Cuando la crisis deportiva tenía al equipo colista en la tabla de posiciones, Harold Mayne-Nicholls realizó unas declaraciones durante una entrevista con DirecTV que lo dejaron en el ojo del huracán al comentar que si descendían “no es el fin del mundo. El país tiene problemas muchos más graves que la campaña deportiva de Colo Colo”.

Esto le trajo una lluvia de críticas de parte de los hinchas e históricos del club, al punto de que tuvo que ofrecer disculpas públicas.

Quiebre con Gustavo Quinteros

Tras la partida de Marcelo Espina, Mayne-Nicholls asumió sus funciones y fue el encargado de trabajar en la llegada de nuevos jugadores al plantel. Sin embargo, Gustavo Quinteros se molestó por su forma de negociar y la tardanza en abrochar a los últimos refuerzos.

La molestia fue escalando, al punto que ambos dejaron de dirigirse la palabra y esto llevó a que Daniel Morón se empoderara rápidamente en el cargo de gerente deportivo.

Tras dos años en Colo Colo, el ex timonel de la ANFP dice adiós sin poder concretar sus objetivos, distanciado del plantel profesional, cuerpo técnico, de varios directores y con un paso que dejó más controversias que aciertos. Su etapa también será recordada porque durante su estadía en el Monumental el equipo casi desciende y se vieron numerosos desaciertos institucionales.